viernes, julio 08, 2011

EL SEXTO SENTIDO

Sé que estoy bien cuando duermo bien por las noches, esa es mi barra de medir mi estado anímico. Y sí, quitando mosquitos cojoneros, vientos huracanados  y calores, duermo como un bebé.
No siempre ha sido así. Los primeros días me costaba desconectar el cerebro. Este cerebro mío, que tiene la manía de querer entender todas las cosas, se ponía en marcha por las noches, incluso en sueños, y me hacía muy difícil descansar. Demasiadas cosas que asimilar, que reubicar...Era como volver a ver "El sexto sentido" sabiendo desde el principio que Bruce Willis está muerto, pero en lugar de 2 horas de película eran 7 meses de mi vida...Mucha tela.
Después de este tiempo todo ha vuelto a su cauce y la sensación que tengo es de haberme quitado de encima un lastre enorme. La ira del principio ha ido desapareciendo para dejar paso, poco a poco, a la indiferencia en la que pienso instalarme per sécula seculorum.