Ayer mientras posteaba las cinco del viernes quiso la casualidad, el destino o la divina providencia (llámalo x) que mi ex hiciera una aparición estelar en forma de conversación por ese gran invento que se llama messenger. Hacía casi un mes que no hablábamos y las últimas conversaciones habían sido de ese tipo de conversaciones insustanciales en las que lo único que había era cortesía y una sensación enorme, por lo menos por mi parte, de que ninguno de los dos decía lo que realmente quería decir. Ayer fue diferente.
Después de las frases de cortesía habituales, y de su felicitación por mi aprobado en el examen de conducir, la conversación nos fue llevando hacia otros derroteros y él me dijo que quería verme.....¿Yo quiero verle?......mi cabeza me dice que no, que no tengo que verlo....pero todo el día ronda por mi cabeza Kiko Veneno cantándome aquello de "lo mismo te echo de menos que antes te echaba de más".
Soy débil, y si me insiste mucho más acabaré aceptando que nos veamos y entonces con él delante todas las cosas sensatas que tengo en la cabeza se van a ir de paseo....quiero una cabeza capaz de controlar todos mis instintos....la necesito, pero la necesito ya.
¿Por qué cuando pasa el tiempo sólo recuerdas lo bueno y te olvidas de todo lo malo?
¿Por qué soy tan sumamente débil?