Nunca apago el teléfono móvil cuando voy a dormir. No lo hago porque tengo una tendencia bastante grande a quedarme dormida por las mañanas y más de una vez me han tenido que llamar para despertarme.
Anoche me fui a dormir relativamente pronto, sobre todo teniendo en cuenta que era viernes. Cuando fui a acostarme me di cuenta de que el móvil estaba prácticamente sin batería y seguramente se acabaría apagando durante la noche, pero estaba muy cansada y decidí ignorarlo. Ya lo pondría a cargar por la mañana.
Efectivamente el teléfono se ha apagado.
Nunca recibo llamadas, y mucho menos después de media noche, pero esta mañana cuando he vuelto a encender el teléfono había una llamada perdida, pero no una llamada cualquiera....era una llamada perdida de “él”.
Yo que analizo cada estúpido detallito llevo todo el día dándole vueltas a la llamadita de marras y el alivio por haber tenido el teléfono apagado a duras penas supera a la rabia.....esa es la verdad.