Llevo más de un mes trabajando. Eso así de repente me trae dos cosas a la cabeza:
- Se ha terminado mi periodo de prueba y no me han enviado a mi casita.
Con esto entiendo que no lo hago del todo mal, incluso me atrevería a aventurar que algunas veces lo hago incluso bien. Esto me congratula hasta límites insospechados, y a mi madre más que cada vez ve más cercano el día que me vaya de su casa y pueda hacerse el cuarto de baño igual de grande que el del anuncio de porcelanosa.
- Todavía no he visto un duro entrar en mi cuenta, sin embargo no hago más que verlos salir.
Ayer en un ataque de consumismo nada habitual en mi me compré dos bolsos que no me hacían ni puñetera falta. Ellos estaban allí en su estantería, uno al lado del otro y emitian unos grititos rollo "Rodolfo el langostino" (para los más jovenes decir que Rodolfo decia "llevaaaaaame a casa" con un acento argentino al que era dificil resistirse)....como no me decidía por el color de uno o de otro (uno era naranja y otro marron) me los llevé los dos.
Voy a tener que racionarme las salidas a la calle en horario comercial, en vista de que no soy capaz de controlarme, porque sino de aquí a final de mes me veo desarrollando mis inexistentes cualidades artísticas en una plaza de mi ciudad para ganarme las lentejas.