lunes, mayo 12, 2008

SECADORES

A pesar de que NUNCA salgo a la calle con el pelo mojado, bien lo sabe Dios y nuestra señora del abrigo de pana, tengo cierta aversión hacia los secadores de pelo...sobre todo a esos de las peluquerías en los que metes la cabeza, durante lo que parecen horas, mientras se te van cociendo las neuronas. Siempre he pensado que algún día mi pelo se engancharia en el ventilador del secador y saldría de allí oiendo a pollo chamuscao...pues bien, ese día ha llegado.
Esta tarde he ido a la peluquería y como tantas otras veces he metido mi cabeza en el secador con mi, todavia, larga melena y cuando el tiempo llegaba a su fin y el secador ha comenzado a ascender he empezado a notar un gran tirón de pelo acompañado de cierto olor a chamusquina...mi cara debía ser un poema porque la peluquera ha venido corriendo con la cara descompuesta, probablemente pensando "de esta me echan"...
Afortunadamente no ha llegado la sangre al rio, pero yo no vuelvo a meter mi cabecita en un bicho de esos.