Las llamadas a horas intempestivas de o a tu madre, obviamente, no siempre era ella...
Que no pudieras dormir...
Que te doliera tanto el estómago...
Que desaparecieras durante horas y horas sin dar explicaciones, pero que te pusieras tan nervioso si yo hacía lo mismo...
Tus "¿Todo bien?" a todas horas...
Tus "¿Por?" cuando yo te preguntaba cómo estabas...
Tus escapaditas a tomar café solo (el café y tú) cuando estábamos juntos...
Que siempre llevaras el teléfono en silencio...
Que nunca quisieras que fuésemos los dos a las quedadas de Madrid...
Tu excesiva discreción en twitter conmigo...
Que tardaras meses en decir que me estabas "desvirtualizando"...
Que siempre tuvieras algún pretexto para no esperar a irte en el último tren cuando venías a visitarme...
Tus tenerte que volver a Madrid de repente porque te había surgido un imprevisto...
Tus tenerte que volver a Madrid de repente porque te había surgido un imprevisto...
Que no quisieras que me viera tu compañero de piso...
Que me dijeras que te hacía "sudar adrenalina"...
Que me dijeras que te hacía "sudar adrenalina"...
Que siempre hablásemos tan tarde por la noche...
Pero ahora ya está, ahora se me ha caído la venda de los ojos, mi cerebro hizo click y todas las piezas del puzzle encajaron en su sitio...Ahora ya puedo decirte eso de "Qué bonito es conocerse, barbas..." y que sea verdad, porque ahora ya sé cómo eres...y no, no te pareces nada a Germán Areta, ni creo que vayas a parecerte a él jamás.
2 comentarios:
Pues una pena, porque a Germán Areta se le veía buen tipo.
Con un bigote ya un poco pasado, pero bueno.
hombres... son todos mentirosos!!!
saludos y suerte con el proximo
menos mal que te cayeron las fichitas antes de que fuera demasiado tarde
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