jueves, mayo 26, 2005

COSAS QUE NUNCA TE DIJE

La primera vez que ella lo vio ya se quedó prendada de él.
Estaban en el instituto, tendría el 14 años y ella 16. Hacían cola en la cantina para comprar el almuerzo. El estaba justo delante de ella, un poco de perfil, lo que permitía que ella contemplara las que probablemente eran las pestañas más largas que había visto nunca, y pensó que detrás de esos párpados tenía que haber, necesariamente, unos ojos preciosos. Pleno al quince....cuando él se dio la vuelta a ella se el cortó la respiración.....cuanto azul junto, y qué bien puesto!!
Desde ese día cada vez que la divina providencia hacía que sus caminos se cruzaran ella se quedaba atónita (sease, con cara de gilipollas) y lo seguía con la mirada hasta que él desaparecía de su campo de visión.
Pasaron unos cuantos años en los que ella repitió algún curso que otro (por motivos que no vienen a cuento ahora), y el destino quiso que coincidieran en la misma clase el que fue el último año de instituto para ambos.
Ese año él comenzó a salir con una "amiga" de ella. Una tipa de estas con un buen culo, unas buenas tetas y carente de cualquier señal de vida inteligente en su cerebro. Esto provocó que ellos empezaran a coincidir los fines de semana y terminaron por hacerse amigos, muy amigos. Cuando la tia de tetas enormes y culo perfecto lo dejó hecho una mierda ella fue el hombro sobre el que él lloró. Pronto él se dio cuenta que la mujer carente de vida inteligente no merecía sus lágrimas.
Durante años y años él y ella fueron prácticamente inseparables, de hecho él era el único nexo de unión entre ella y la gente del instituto, inseparables decía.....pero siempre guardando las distancias.....quizá un leve flirteo en determinados momentos, casi siempre precedidos por la ingesta de alcohol. Pero ella entonces no supo reconocer aquellos inocentes gestos como un flirteo, o como la señal de algo....señoras y señores....ella necesitaba señales claras.....necesitaba agua en la piscina antes de lanzarse a ella, aunque fuera poca.
La situación terminó por hacerse insostenible para ella....no podía soportar más conversaciones interminables en el coche de él fingiendo que lo escuchaba atentamente cuando, en realidad, sólo podía pensar en abalanzarse sobre él y dar rienda suelta a sus más oscuros deseos.
Así que tiró por el camino del medio, y no fue fácil....ese año se despidió de él antes de las vacaciones de verano, en las que no solían verse, y al regresar a su ciudad no lo llamó para avisarlo de su regreso....él tampoco llamó.
Pasaron años hasta que la vida los hizo coincidir una noche. Brevemente se comentaron como les iba la vida y se dieron los teléfonos móviles, con la promesa de quedar algún día para tomarse un café y contarse todo con mucho más tiempo.
Otro año más tuvo que pasar (y ya llevamos unos cuantos) hasta que él propuso quedar para ese café......a ella casi se le sale el corazón del pecho al leerlo. Organizó un gabinete de crisis con sus amigas en el que se decidieron asuntos tan importantes como la ropa que llevaría puesta y las cosas que le diría y, sobre todo, las que no le diría.
Varias veces han quedado desde entonces, se han felicitado en los cumpleaños, y se han deseado felices años nuevos....y entre cumpleaños y entradas de año ella ha tenido alguna relación más o menos seria en la que él siempre ha terminado por entrometerse sin darse ni cuenta.
Ahora por cosas de la vida se ven con bastante frecuencia, y empieza poco a poco a haber una verdadera relación de amistad, como la de antaño.....y ella siente que la historia se repite, que vuelve a tener 20 años.....porque en esta vida, las puertas que no se cierran dejan escapar a los fantasmas del pasado, y ahora ella siente la necesidad de decirle esas cosas que nunca le dijo...y que sea lo que tenga que ser, para bien o para mal.