jueves, abril 01, 2004

MISION IMPOSIBLE

Esta mañana me he levantado con una única misión, preparar la comida. No parecía muy dificil, a mi cocinar me gusta y no se me da mal. La receta me la explicó anoche mi madre, es una carne en salsa bastante sencilla de preparar.
La clave está en la harina para que la salsa espese, eso me dijo.
Bien, pues me he levantado muy tarde porque aún no he cambiado la hora del despertador y no me había dado cuenta. Me he puesto a prepararlo todo deprisa y corriendo y cuando he ido a echar mano de la harina....ja!!, había harina, sí, pero una miseria. He cerrado los ojos y he rezado algo con mucha fe deseando que esa cantidad ínfima de harina se multiplicase como los panes y los peces. Al abrir los ojos mi decepción ha sido mayúscula, no se había multiplicado, algo había hecho mal. Y como me he levantado tan tarde no tenía tiempo de bajar a comprar.
He utilizado la que había pero no creo que la salsa espese. Nos comeremos la carne y mi madre dirá aquello de: - De gusto está muy buena,
Hoy he fracasado como espesadora de salsas, esa es la realidad, pero he aprendido una cosa: antes de ponerse a cocinar hay que comprobar que tenemos todos los ingredientes.